sábado, 29 de marzo de 2008

PENSAMIENTO Y VISIÓN EN LA OBRA DE DIEGO DE GIRÁLDEZ. POR MARÍA LUISA ILARRI JUNQUERA.

La opción expresiva de Diego de Giráldez es la pintura figurativa, construida con un lenguaje original, de factura lisa, y dibujo preciso, que estímula las vivencias de la realidad esencial y la reflexión sobre el misterio y los grandes temas de la exístencia humana. Imbuido de una sensibilidad mística y franciscana, se preocupa por el hombre y su relación con el entorno, la naturaleza, los animales, las cosas. Crea un ámbito que se mueve entre lo físico, lo espiritual, lo real y lo onírico, con un acento evidente de nostalgias, temores y un poética o onírica. Confluyen en su obra la fuerza proustiana que se recrea en intelectualizar las sensaciones y los espacios, la fuerza naturalista que tiene su referente en la pintura española del siglo XVII y la mágica de "Dau al Set".
Todo responde a un relato que está en su pensamiento y que se materializa en el cuadro. No es un mundo sacralizado el que desea estimular, sino la condición sagrada que hay en nosotros mismos. Utiliza una simbología llena de significados místicos y espirituales, la cruz, el pan, la copa de vino tinto, el cordero, la vela y flotando, suspendídas en el espacio sin tocarse, ni fundirse, en tensión, bolas transparentes, cerezas y objetos conocidos, imágenes cifradas, ojos que nos miran desdela oscuridad.
Todo se base en el poder del pensamiento que junta lo ilógico y lo onírico con la realidad, en un escenario en el que la oscuridad, el silencio y el vacío, dan solemnidad a la escena y potencian una actitud comtemplativa a merced de las ideas y creencias del propio espectador. Es como un montaje al borde del vacío en el que las imágenes, iluminadas por el color, e impregnadas de memorias, se alzan con originalidad en un ámbito poético más propio del pensamiento que de la filosofía.
Junquera
María Luisa Ilarri Junquera
Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Santiago de Compostela y Doctorada en Crítica Textual por la Universidad Autónoma de Barcelona.

sábado, 22 de marzo de 2008

DIEGO DE GIRÁLDEZ EN EL PALACIO DE GAUDÍ. POR JOSÉ FERNÁNDEZ PÉREZ

Desde el 2 de Diciembre de 1991, el pintor Diego de Giráldez, tiene expuesto un cuadro de su autoría en nuestra sección de Artistas Leoneses contemporáneos.

Se titula " Pato en la feria" y su tamaño no es muy grande ( enmarcado:84x68 cm.). Lo podemos encuadrar dentro de un estilo casi hiperrealista, aunque matizado por reflejos impresionistas, sobre todo en lo que a ciertas coloraciones se refiere. El título contrasta con la representación: el animal esta absolutamente solo, como si todos, tratantes y animales, lo hubieran dejado abandonado y dispuesto, más bien resignado, a cambiar de dueño. Da la impresión de que, si el ave pudiera pensar racionalmente, estaría pensando en un próximo sacrificio. El fondo del cuadro es muy oscuro y sin ningún tipo de figuras o representaciones: todo ello contribuye a que el conjunto resulte impactante desde dentro y hasta cierto punto triste. Esto no obstante, y a pesar de que no puede levantarse por tener las patas atadas, sí mantiene la cabeza erguida y los ojos ( por estar de perfil, sólo se ve el derecho) bien abiertos, como o dando a entender que está dispuesto a luchar hasta el final.
Palacio de Gaudí - MUSEO DE LOS CAMINOS
Director: José Fernández Pérez

DIEGO DE GIRÁLDEZ EN EL MUSEO DE ARTE MODERNO - ITALIA. POR FRANCA PELLEGRINI

DIPINTO INV. 3087 " CAE EL AGUA". DEL MAESTRO DIEGO DE GIRÁLDEZ.
MUSEO D´ARTE MODERNA, CONSERVATORE MUSEO D´ARTE DR.SSA FRANCA PELLEGRINI.- ITALIA

jueves, 20 de marzo de 2008

DE GUARDIA EN NOCHE DE LUNA.- 1997 (obra propiedad del museo del Ejército )


DIEGO DE GIRÁLDEZ, UN MÍSTICO Y UN ASCÉTICO. POR GERARDO PÉREZ CALERO

Tan expuesto está el arte a la afectacíón de la palabra, a la altivez del gesto, a la difusión de la imagen, que apenas se consigue percibir el balbuceo de su fondo, la integridad inferior que expresa el sentir, el pulso, el nervio de un artista en el momento de la creación.
Ese aturdimiento continuo y constante que precipita sobre el vacío de una superficie desnuda y blanca una pincelada vivaz, un gesto áspero, un brochazo instintivo y apasionado, más tarde se revelará como pintura con su propio verbo, aunque aparentemente mudo.
La obra de Diego de Giráldez, no requiere exabruptos literarios y afectación verval alguna. Su personalidad pictórica cierra en ella misma su propia esencia. En ella, la realidad es a la vez el objeto y el pretexto de su quehacer artístico.
Ante lo efímero de la existencia, su obra fija el instante de paralizar el paso inexorable del tiempo. No le priva un deseo descriptivo de lo que ve o siente, sino la salvación del olvido. Para ello, en un deseo de detener el tiempo, nos muestra un sugerente entorno real u onírico como síntesis de " su mundo" aprehendido intelectualmente pero tangible y real.
Este mundo toma formas rabiosamente realistas en sencillas representaciones figurativas de bodegones y animales, o en ensoñadoras alegorías que goza de un particular quietismo hermético y parsimonioso con recuerdos metafísicos.
Todo ello no es más que la esencia del realimso del pintor, quien por medio de las líneas y las superficies, del volumen, las texturas del singular cromatismo plástico e incluso la luz empleados, nos trasmite la realidad de un instante que en el cuadro se repite "ad infinitum"
La pintura de Giráldez está concebida como una pura y desinteresada investigación, semejante a un científico o a un filósofo, como búsqueda de una verdad que no podía ser resuelta más que con esa meditación laborisosa en el terreno de la verdad que es para él pintar.
Ésta investigación es la clave de la esencia pictórica de éste maestro pontevedrés. Investigación física y de pensamiento, que gusta expresar el mundo real y el aparente.
Pero, por lo que tengo mirado, más que visto, Giráldez es esencialmente hispánico, o ibérico, en la sencillez, el mutismo, el ascetismo e incluso el misticismo de muchas representaciones.
Así veo,al desde ahora admirado, Diego de Giráldez. Un místico y un ascético de éste final de siglo que nos ha visto nacer. Atento a su entorno y fiel a sus profundas vivencias, las que esperamos se alarguen en el tiempo para goce de los que nos emocionamos con las creaciones magistrales de los artístas.
Gerardo Pérez Calero
Profesor Titular de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y Académico de la Real de Bellas Artes.

A DIEGO DE GIRÁLDEZ, MUSEO DE LA LEGIÓN- CEUTA. POR JOAQUÍN BLASCO

En este Museo se expone una de sus obras titulada "El Vigía en la noche" de 43x50 cms. , que según refleja en el correspondiente Acta de recepción de fecha 7 de Mayo de 1998, figura inventariada como " Fondo número 1.553". Pertenece esta obra a la temática Militar del artísta Diego de Giráldez.
Comandante Director Don Joaquín Blasco
Museo de la Legión
Ceuta

sábado, 15 de marzo de 2008

DIEGO DE GIRÁLDEZ EN LA ACADEMIA DE INFANTERÍA DE TOLEDO. POR JOSÉ IGNACIO FERRO R.

Diego de Giráldez es un pintor que trabaja en muy diferentes temáticas, siendo una de ellas, que ha hecho en el pasado y está haciendo en la actualidad, la Militar.

Conocemos a Diego de Giráldez en la Academia de Infantería de Toledo desde la época en la que estaba de General Direcctor el Excmo. Sr. G.B. de Infantería D. Luis Alejandre Sintes. En esta época, pinta un tema que es el símbolo de la infantería, una Sandalia de la Infantería del Ejército Español en Africa.

Queremos, desde ésta Academia, animar al artísta para que siga plasmando en sus obras al Ejército Español.

El Coronel Direcctor del Museo Específico de Infantería.
D. José Ignacio Ferro Rodríguez.

DIEGO DE GIRÁLDEZ EN SU MUSEO. POR FRANCISCO PABLOS.

POCOS, muy pocos serán en todo el mundo, los artistas que antes de cumplir el medio siglo cuenten con museo propio. Es el caso del pintor Diego de Giráldez, probablemente el más trotamundos de nuestros plásticos y de seguro que el que más exposiciones personales ha realizado, ya que sobrepasan el medio millar, a veces con varias simultáneamente y en lugares muy distantes entre sí. En A Cañiza, su villa natal, Giráldez, parco en palabras, peculiar en la imagen personal, voluntad inquebrantable, ha montado su museo " Realismo Nas", como bautizó a su peculiar, a veces paradójica y hasta inefable pintura, en un edificio de cinco plantas que fué casa cuartel de la Guardia Civil. Con escasas modificaciones y conservando las peculiaridades de la edificación hasta en las cocinas de las viviendas de los miembros de la Benemérita, Giráldez acumula su obra, más de trescientos cuadros de todos los formatos y tamaños. Allí está su mundo inquietante, y paradójico como decimos, ya que es un pintor tenebrista, notario de muertes que, sin embargo, semejan inmarchitables.Sus Cristos ha perdido todo atisbo de divinidad y son torturados en resignación, lecciones de anatomía dígnas de esa tradición que está más cerca de Caravaggio o Valdés Leal que de Rembrandt. Allí su fauna doméstica, gallos, ovejas o conejos para la cotidiana alimentación, con plumas, vellones o pelos táctiles, igual que los paños en que reposan, sobados, gastados, testimoniales hasta en los hilos que pierden, y que el espectador, engañado, quiere recoger en el aire, como si ello fuera posible.
Todo es silencio en este caserón-museo, que problamente entusiasmaría a Solana tan amigo, también, de la muerte y, ¿ Por qué no decirlo?, de lo tétrico, cadavérico. "sic transit gloria mundi" puso en uno de sus cuadros el citado y genial Valdés Leal, y a casi todos los de Giráldez valdría el mismo monte o leyenda. porque hasta la naturaleza vegetal la transforma en inanimada e intemporal, ya que en estos cuadros no hay árboles sino ramas rotas y secas en las que secos y polvorientos están hasta los líquenes que un día se adhirieron a esas cortezas hoy agresivas en sus asperezas.
Giráldez, en ocasiones también escultor ahonda en esas sus muertes de fechas imprecisables, de manera que sus modelados, táctiles como yacentes de ámbitos religiosos, semejan que van a exhalar un postrer y sorprendente aliento.
Muchos museos hay en Galicia o por España adelante. Pero ninguno tan inquietante, tan diferente por único, como éste de Diego de Giráldez en A Cañiza, grande y silente.
Francisco Pablos
Crítico de Arte y Miembro de la Academia de Bellas Artes de galicia.

Diego de Giráldez de visita al Museo del Prado

Diego de Giráldez de visita al Museo del Prado (Madrid). Visitó la exposición del genial pintor Diego Velázquez, pués el Museo reunió una importante colección del gran pintor. Que interesante exposición la del gran Artista que fué y será para todos los tiempos DiegoVelázquez.

jueves, 13 de marzo de 2008

Do imaginário à poesia de Diego de Giráldez. Por Margarida Ruas Gil

Entre dos razas, 1990

Quando falamos do nome de Diego de giráldez, estamos a falar de un artista realmente singular, que transporta para as suas telas emotividade e sensibilidade impares.

As suas pinturas representam uma outra forma de comunicar, percorrendo-nos interiormente, transportando-nos para outra dimenção.

A sensação de contemplar obras que fazem inventar histórias improvistas, que deixam viajar pelo imaginário até à poesia, que cegam momentáneamente com os seus maravilhosos jogos de luz e movimento.

Os temas que a generalidade das pinturas invoca, falam de mistérios do quotidiano, da essència e beleza das coisas, dos frutos, dos animais, do corpo. São trinta e quatro anos que traduzem, na verdade, uma vida inteiramente à arte.

A contemplação da sua obra toca-nos até... talvez ao absoluto e de certo ele é tocando no acto da criação.

Margarida Ruas Gil Costa dos Santos. Directora do Gabinete de imagen e Comunicação da EPAL. Directora do museu da Água e presidenta de APOREM. (Lisboa- Portugal)

Junta de Extremadura - Museo de Cáceres " La Noche" 1992 Diego de Giráldez. Por Ana García Martín.

La vida se refleja en su entorna, 1984 ( Propiedad particular)


LA NOCHE, 1992 Diego de Giráldez 100 x 80 cms. La obra representa una gallina apoyada sobre un pote metálico. La gallina está representada de perfil, en una posición de reposo, apoyada sobre el borde del recipiente. Su plumaje, de colores claros, así como la cresta rosácea y el pico amarillo, destacan sobre el fondo neutro oscuro en el que se recorta la figura.
Del pote también sobresale una rama de árbol, probablemente un níspero, con algunas hojas verdes, que ayudan a equilibrar la composición.
La parte inferior del dibujo se muestra en una tonalidad marrón que actúa como suelo en el que aparece una ramita florecida y en el que apoya el pote, cuyas tres patas crean sus correspondientes sombras alargadas, que se pierden en profundidad, ya que este suelo marrón se va difuminando poco a poco hasta convertirse en el fondo negro que domina la composición.
La obra se encuadra dentro del realismo propio que define al autor. Un realismo detallista, donde se pone de manifiesto el dominio del lápiz y del dibujo, un dibujo minucioso, como se muestra principalmente en el plumaje y en la cabeza del ave, o en las ramas del árbol. Un realismo que aporta delicadeza y serenidad a este bodegón, así como una elegancia austera.
La obra está firmada y fechada en el ángulo inferior derecho: " Diego de Giráldez / 1992".
Ana García Martín. Técnico Superior de Arte Museo de Cáceres

domingo, 9 de marzo de 2008

Diego de Giráldez, deja que el tiempo duerma, porque el arte no duerme jamás.Por Ramón Faraldo.

Reflexión a la vida, 1987

Bodegón del Cristo,1981 ( Propiedad particular)

Tus bodegones. Mimbres, espigas, hortalizas. Aquel inolvidable serafín del corral, que vi en tu exposición de antaño, pero que no he olvidado. No lo que ve cualquiera sino lo que ves tú solo. Aquella mesa hipnótica. Tu horticultura, y ese plano nocturno que los envuelve, no es una tiniebla, es una aurora de tu invención exclusivamente tuya, en la que seguirán perfumando, eternamente verdes.

¿Y los retratos? ¿De que? No son tales retratos, son historias, figuras fisionizadas, crónicas con pómulos y con ojos de viejos Druidas, que en tus obras parecen saber más de nosotros que nosotros de ellos.

No hablan, luego no pueden insultar. No se mueven, luego no pueden lastimar. Ahí están enseñándonos lo que es saber callar.

El misterio crece, y se agiganta. Inútil preguntar. No hablas de nadie que pudo enseñarte algo, pues todo lo que te enseñaron solo te sirvió para olvidarlo.

¿Y aquel Cristo hombre? ¿Quién es? ¿Aquel que murió junto a Éufrates, o una víctima de Dachan o de Argeles como Antonio Machado, de los gases nazis o de las checas siberianas? ¿El símbolo de todo? El yo acuso o quizás el yo perdono de tantos hermanos que una vez bajo la estrella astral sufren de la partida, ¿Y por qué no ha de ser así? Y tantas, tantas preguntas, cuya respuesta es siempre clara y esperanzadora.

Ramón Faraldo

Escritor, crítico de arte y miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte de Madrid

Reproducción del ser vivo, 1991

Simbolización de la ciudad de Vigo, 1989 (Propiedad del Museo de Vigo)

jueves, 6 de marzo de 2008

Diego de Giráldez es uno de los grandes del realismo español contemporáneo. Por Santiago Amón.

"Realismo", donde encuentra la implicidad de su poesía. En su obra se reencuentra con lo onírico, con las cosas mismas y las traslada a la faz incitante del lienzo con precisión lírica. Diego de Giráldez, sabe que el arte es absolutamente inseparable del oficio. Sabe también que el blanco más blanco nace de la explosión de todos los colores, y que el negro más negro surge cuando la noche se apodera del fulgor del arco-iris.
Santiago Amón
Crítico de Arte en TVE y otros medios.
Vigo alimentaria, 1990 ( Propiedad del Ayuntamiento de Vigo)

Buenos Aires ( Argentina) febrero 2008

La Señora Presidenta de la Nación. Excma. Dra. Cristina Fernández de Kirchner. A Diego de Giráldez, desea hacerle saber que sus obras le resultaron de sumo buen gusto y además quiere destacar la importancia que reviste para el arte actual el innovar una nueva visión del mismo. Fusionar el naturalismo, la abstracción y el surrealismo no pueden mas que auspiciar una etapa de nuevas creaciones de seguro enriquecedoras. " El Realismo NAS de Diego de Giráldez".

Dra. Cristina Fernández de Kirchner

Comienzo de la humanidad, 1987