
Surge un gallo entre el viento,
y Diego de Giráldez lo atrapa con su pincel.
Con él, crea un espacio plástico,
un poema lírico, donde levitan las burbujas
y se corporean los espíritus de las cosas
que antes se desvanecían
en las intermitencias de su memoria.
El gallo invita a otros gallos,
a las mazorcas de maíz,
a los peces, a un perro, un cristo...,
para que todos conformen y generen
un cosmos dentro del lienzo.
¡Quizás, un cuento! En el que Diego narra su
historia,
el sueño que palpita nervioso en la punta de
sus dedos.
Diego materializa en el aire
los gallos que le arrullan en sus noches,
a las palomas que se embriagan con el arco iris,
a los seres queridos que pueblan los latidos de
su corazón
la magia de sus pinturas
siembran de sugerencias el paso breve de la vida,
y adornan de colores e imágenes,
el análisis, a veces frío y seco de la razón.
José González Ortiz ( Escritor, Crítico de arte, Miembro de la AECA y AICA y Director del Museo de Ciudad Real



