jueves, 28 de octubre de 2010

TEXTO DE DISERTACIÓN SOBRE LA OBRA DE DIEGO DE G IRALDEZ, POR EL CATEDRÁTICO DE ARTE DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA. GERARDO PÉREZ C.

LOS DOS DIEGOS:
Lo primero que queremos señalar en este ensayo o hipótesis de trabajo es la aparente contradicción temporal y cultural entre los dos pintores homónimos: Diego Velázquez y Diego Giráldez. El primero sevillano, vivió en el siglo XVII; el segundo, gallego, su existencia discurre entre la vigésima centuria y la siguiente. Pertenen, pues, a dos mundos distintos en apariencia.Sin embargo, como un fenómeno presente en la Historia del Arte, hay conexiones en el tiempo entre ambos que confirman la teoría de Amércio Castro respecto a los circulos conceéntricos.
Existen aspectos comunes que, como constantes aparecen en la obra artística de los dos pintores, naturalmente guardando las debidas distancias: Velázquez, el gran maestro plenamente consagrado en la cima de la pintura universal; Giráldez, un sencillo y vigoroso pintor galaico atemporal, con frecuencia místico y ascético, carnal y espiritual a la vez, que busca su natural adaptación a la estética del tiempo que le ha tocado vivir.
Plantearemos someramente a continuación algunas de esas constantes, no como un juego fácil de palabras (v. g. la coincidencia en la terminación de los apellidos en -ez, "hijo de ", o la casual acentuación gráfica y fonética de sus patronímicos en la segunda de las tres sílabas de las que constan cada uno de ellos), sino atendiendo a:

a) La forma; lo técnico, la iconografía.
b) El contenido: la lectura, la iconología

1 El domicio técnico
Lo que se llama el "oficio", esto es, el buen hacer casi artesanal.
El artista nace pero tiene que formarse buscando la perfección técnica a través del clasicismo y la realidad (Velázquez, pintor de la verdad ).
Al mismo tiempo, los dos son pintores que practican el naturalismo ( barroco el sevillano, con moderno artificio el gallego).
Hay un aspecto técnico en Giráldez que puede destacarse en relación con Velázquez: el uso de luces y sombras. El claroscuro que emplea el pintor sevillano en su primera etapa en la capital hispalense hasta 1623 lo interpreta Giráldez a su manera; esto es, recortando con el dibujo las figuras entre sombras.

2 El trabajo hecho parsimoniosa y amorosamente.
De este modo buscan la esencia pictórica, ahondando en los caracteres de personas y objetos/cosas. Trabajo hecho sin prisas, laborado en talleres como tarea de verdaderos artesanos.

3 La evasión de la realidad
Para ello, Velázquez recurre a la Mitología, siendo necesaria una explicación del doble sentido del contenido de sus obras (v.g. "Los Borrachos"; Baco triunfante y a la vez escena popular cuasi teatral contemporánea; "Las hilanderas" como el taller madrileño de hilados y al tiempo la fábula de Aracne, etc.)
Giráldez, por su parte, acude a la abstracción y al surrealismo, abstrae la realidad (v. g. sostiene figuras y objetos ingrávidos)

4 La humildad y la grandeza.
Como dos caras de la misma moneda, en los objetos más sencillos en los que, como Santa Teresa, ven ambos artistas el espiritu divino. Es el carácter del naturalimso barroco, que los
dos , a su manera, comparten: la solemne y gloriosa "Rendición de Breda (Velázquez), y la humilde gorra sobre una bota militar (Giráldez).

5 El intimismo
Las obras de los dos pintores son como pura introspección. Ello se hace visible, no solo en los retratos y autorretratos, sino también en los objetos más simples y sencillos como son el bodegón y la nataraleza muerta. También se hace notar en el desnudo, propio o ajeno, como íntima sensualidad.

6 La fecundidad, la inquietud y la curiosidad.
Ambos trabajan activamente en busca del éxito profesional. Son los suyos espírtus inquietos y curiosos, casi científicos, para escudrinar los secretos de la pintura y del arte.

7 Lo enigmático, lo mágico
En parte ya se ha dicho: la doble lectura o apariencia engañosa de la obra de Velázquez (el trampantojo), que también comparte Giráldez con una suerte de pintura metafísica.

8 la búsqueda de la espiritualidad y de la trascendencia
Es la consecuencia del amor y de la muerte presentes de una u otra manera en la obra de ambos artistas como dos caras de la misma moneda.

9 La expectación que de alguna forma suscita la obra de cada uno de ellos.
En Velázquez, en las nuevas obras que se le van adjudicando con sorpresa de sus apasionados seguidores (v. g. "La educación de la Virgen" y el Retrato de un caballero" aparecidas en San Diego y Nueva York en julio de 2010).
En Giráldez, en el interés creciente de la crítica de arte actual por cada una de sus exposicones internacionales en las que sorprende por el misterio que envuelve a sus obras.

Universidad de Sevilla
Caredrático de Arte.
Prof. Dr. Gerardo. P. C.