viernes, 11 de mayo de 2012

EL REALISMO MÁGICO DE LA PINTURA DE DIEGO DE GIRÁLDEZ.

Diego, da al mundo un nuevo concepto en la pintura, el cual le puso  el nombre de " El Realismo NAS", que nació en la década de los ochenta.
Hoy nadie pone en duda el acierto del calificativo NAS para definir la estética realista de la pintura de Diego de Giráldez. La crítica en general así lo ha asumido y corroborado desde  hace ya bastantes años. Sin embargo, es verdad que en cada caso se producen matizaciones particulares; hay quienes elevan el nivel realista hasta cotas suprarrealistas, hiperrealista e incluso de un realismo expresivo o realismo expresionista; por el contrario otros autores delimitan el alcance realista de la pintura de Giráldez y, fijándose más en las aportaciones del apellido NAS, insinúan un realismo sólo aparente o un realismo que no es más que la piel que envuelve la verdadera médula de su obra.
De todas formas, estas matizaciones son, además de enriquecedoras, justificables, pues realmente en la etiqueta "realismo NAS" se trata de integrar  a conceptos, formas y tendencias distintos- a veces distantes-, contradictorios-cuando no antagónicos- y generalmente bastante mal avenidos-.
Yo, por ejemplo, alejo el "naturalismo" de Diego de Giráldez del darwiniano movimiento decimonónico, que resaltaba los aspectos más negativos o despreciables de la vida, y lo relaciono mejor con el naturalismo barroco del Caravaggio, por su dramático uso de la luz, por el constante cuidado puesto en provocar emociones inmediatas y, sobre todo, por su tenebrismo, procedimiento de iluminación especial que hace emerger de las sombras, tras intensas y radiantes llamaradas de luz, todo el dramatismo objetivo y humano.
La abstracción se observa en el conglomerado NAS, como una parte importante en la obra  de Diego de Giráldez.
Desde que Kandinsky, en 1910, iniciara sus trabajos en la abstracción, se produciría una constante en el desarrollo de la abstracción en muchos otros artistas del siglo XX, en el tratamiento del color y la composición.
En la pintura de Diego de Giráldez, resulta clara tanto la "abstracción lírica", portadora de un lenguaje autónomo con valores simbólicos propios -pensemos en sus burbujas transparentes - como la " abstracción constructivista", de base estructural cubista y generadora de abstracciones geométricas- pensemos en la disposición de los objetos en sus composiciones pictóricas.
Finalmente, la influencia del "surrealismo" en la pintura de Diego de Giráldez parece mucha más clara y patente. Toda su simbología pictórica - ya hemos citado sus burbujas transparentes-, pero también los elementos o figuras minimalistas que aparecen o levitan  por algún lugar del cuadro, así como sus gallos, sus corderos, sus peces y sus pájaros, el pan o los elementos vegetales, conforman un sugerente y alusivo mundo alegórico de produndas raíces surrealistas y oníricas.
Coinciden con mi opinión las opiniones de algunos críticos que, sin citar expresamente el "realismo mágico", ven, sin embargo, elementos o fundamentos mágicos en la pintura del artista: José Fernando Sánchez Ruiz, refiriéndose a "la magia , emoción, armonía... están presentes en la obra de Diego de Giráldez"; José Ortiz sentencia que la "magia de sus pinturas siembra de sugerencias el breve paso de la vida"; Fernando Franco afirma que "Diego de Giráldez despliega sobre el lienzo un universo de poesía y magia"; Román Pereiro concibe a Diego de Giráldez como "el mago que invoca la permanencia del nombre de las cosas"; Domingo García -Sabell considera a nuestro pintor "dotado de una poderosa facultad de apropiación mágica del entorno. Pareceres semejantes encuentro en Joan Gómez Vinarvell, Margarida Rúas Gil, Carlos Casares o Francisco Pablos.
Por otra parte, tampoco el "realismo mágico" es un movimiento exclusivo de la literatura, aunque ahora sea con quien más se relaciona, pues surge hacia 1918, precisamente de manos de la pintura, como una tendencia que intenta capturar el elemento mágico que existe en la naturaleza. El alemán Franz Roh usó el término por primera vez en 1925 para caracterizar la pintura post-expresionista de la época.
Además, ni siquiera podemos circunscribir la tendencia a Latinoamérica, aunque fuera allí donde alcanzara su mayor fortuna, pues es fenómeno que se manifiesta, a partir de 1918, tanto en Europa como en América, incluidos los Estados Unidos.
pero yo añado, incluso, que la concepción del mundo que tenemos en Galicia, plasmada luego en su literatura, en sus tradiciones y en el arte en general, es un terreno propicio y especialmente abonado para esa aprehensión mágica o maravillosa de la realidad. Los críticos suele citar a "Doña Bárbara", de Rómulo Gallegos, como la novela que abre el camino de esta tendencia a los posteriores éxitos de Miguel Ángel Asturias, Juan Ruldo, Carlos Fuentes, Alejo Carpentier, Julio Cortázar, Laura Esquivel, Vargas Llosa o García Márquez, pero yo no olvidaria a Valle-Inclán, quien, bastante antes y tras una breve estancia en Méjico, nos dejó una de las mejores novelas que allí llaman" de dictador", Tirano Banderas" que, aunque escrita bajo la fórmula del "esperpento", seguramente han tenido bien en cuenta la mayor parte de los escritores de la nómina que a acabo de citar. Y Valle-Inclán era gallego. Admitimos que los factores mágicos, maravillosos, fantásticos son constantes y significativos en nuestras letras gallegas como lo atestigua la magnifica Antoloxía da literatura fantástica en lingua galega",
editada por Antón Risco en Galaxia, 1991, y en la que aparecen autores tan destacados comoVicente Risco, Castelao, Otero Pedrayo, Blanco Amor, Cunqueiro, Méndez Ferrin o Carlos Casares.
Para conluir voy a revisar, sintéticamente, los puntos característicos del "realismo mágico", algunos extrapolados de la literatura, en los que me fundo para establecer esta relación con el "realismo NAS" de Diego de Giráldez.
-El realismo mágico, en pintura, muestra una realidad alterada.
-No trata de presentar la magia como real, sino lo real como mágico.
-Busca atrapar el elemento mágico que existe en la realidad, juntando lo irracional con lo racional.
-Intenta borrar la línea que separa lo que parece real de lo que parece fantástico.
- Considera al hombre como un misterio en medio de datos realistas.
-Tiene un especial interés en mostrar lo irracional y extraño como algo cotidiano y común.
-Pretende hacer verosímiles las cosas  que menos lo son.
-Utiliza un estilo aparentemente sencillo y preciso.
-Procura el desconcierto del espectador introduciendo elementos inesperados o improbables dentro de contextos realistas.
-Introduce cosas, objetos- el hielo, el imán en García Márquez; una pluma, una llave, un cacharro, en Giráldez- como si fueran cuerpos mágicos
-Las cosas y las figuras-recordemos a Remedios la Bella de "Cien años de soledad"- levitan o viven en espacios etéreos.
Los ingredientes mágicos forman parte de la normalidad, y son de aprehensión intuitiva, pues nunca se explican.
La percepción cronológica es atemporal y cíclica.
-La solución final de la obra de arte, por su combinación de realidad y fantasía, resulta siempre inesperada o ambigua.
En fin, ustedes, buenos conocedores de la obra de Diego de Giráldez, juzgarán si hay razones y afinidades suficientes que permitan relacionar su estética con la del "realismo mágico".

Dámaso Giráldez Domínguez.