viernes, 20 de junio de 2008

DIEGO DE GIRÁLDEZ - POR JESÚS GUERRA

Un 11 de abril de 1995 llegaba Diego de Giráldez a la Catedral de Lugo, en cuyo trifório está ubicado el Museo Diocesano, con nuestro precioso cuadro de 86 cm. de alto x 66 cm. de ancho.
Allí mismo, y sin agua, lo bautizó Diego, poniéndole por nombre " Flores del Campo". Y a fe mía que el nombre estaba acertado, pues en dicho cuadro aparece pintado con singular maestría un frasco de EKO, o algo parecido y en él un manojo de rojos digitales entreabiertos, mezclados con otros tallos de flores amarillas y blancas.Diego me pidió que lo colgase en un lugar próximo a la puerta de acceso al Museo. No lo hice, porque me pareció más indicado colgarlo en la sala de arte profana. Allí se halla hoy, y no son pocos los visitantes que dirigen sus ojos a dicho cuadro y una alabanza al autor del mismo.
No me gusta hacer crítica de nadie y menos de un pintor como Diego de Giráldez. Pero debo manifestar que su pintura me gusta. Es un buen retratista de la naturaleza. Y más que dejar volar la fantasía, como un Picasso o un Dalí, se limita a ofrecernos sencillamente la realidad de las cosas cotidianas, tal como se puede ver en "Gallos en la Feria", " Reflexiones a la vida" o "Campesino".
Si por las obras se conocen los autores, no dudaría en calificar a Diego de Giráldez como un hombre frío , flemático...
JESÚS GUERRA
Director del Museo Diocesano de Lugo.