viernes, 5 de diciembre de 2008

EL REALISMO DE DIEGO DE GIRÁLDEZ.- POR A. ALONSO FONTÁN

El pintor Diego de Giráldez
La villa de la cañiza, es la cuna del pintor Diego de Giráldez. Por los aledaños de esta villa cuando era muy niño hacía bocetos con los carbones de la "lareira" por los caminos de carro, inspirándose en las viejas costumbres del agro.
Diego de giráldez supo armonizar la montaña con la mar, la aldea con la ciudad, el cosmos con el terruño. De vez en cuando siente la necesidad del contacto con el público y viaja por esos mundos. En sus cuadros y en su mente, va el brío de la caballada salvaje que corretea el Paradanta por un verdeal panorama como fondo, en el que sueñan cantos populares, y el viento declama poemas de don Xohán García de Guillade, y de los celanovenses "Curros Enríquez" y Celso Emilio Ferreiro, que en nuestro idioma cantan y exigen los derechos de una patria.
Las obras de Diego de Giráldez son eso, pueblo y panorama, amor y poesía, expuesto todo para dar a conocer la realidad de una raza y de una tierra. Diego de Giráldez, es un pintor que en su estudio, con sus pinceles compone poesías, cuando tiene un libro lleno de enorme carga emocional, sale de trovador diciendo al mundo lo que más le apremia, para retornar a Galicia, sosegado. Vuelve a poner en orden sus ideas, y en los lienzos los tesoros guardados en su magín, la creación prevé nuevas demostraciones.
En la obra de Diego de Giráldez va la Galicia de los castros, va de tal manera, que el buen conteplador puede hallar la grandiosidad de la mar y la montaña, del bosque y del río.
Puede leer en ellos, a los trovadores de la Edad Media, a los poetas de todos los tiempos, puede incluso inventar poemas nuevos.

Diario de Teruel.
A. FONTÁN. - Galicia.