sábado, 4 de diciembre de 2010

DIEGO DE GIRÁLDEZ, PINTOR DE REALIDADES.-DESDE ORENSE .

Diego de Giráldez es un hombre que, ajustándose a los cánones de los grandes clásicos, recrea mágicamente su realismo reelaborado lleno de claroscuro, de contrastes; al crear espacio en sus fondos negros, romper con sus naturalezas muertas, pero vivas, llenos de fragancia y de volúmenes, la monotonía de los modelos. Por lo que nos recuerda y se nos reencarna en aquel otro pintor italiano de padres españoles, Luis Menéndez (el padre fue miniaturista de Felipe V) y en el realimo de Murillo; un tanto olvidado pero que vive en la obra de Diego de Giráldez.
Para pintar, Giráldez no tiene necesidad de echar mano ni al cosmos ni a la metafísica que, tanto socorre en estos tiempos a algunos artista. Es un robo bien planeado a la naturaleza. que la mejora y da frescor en sus bodegones, siempre bien ordenados y compuestos; aparentemente muy simples, pero que hay que componerlos y hacerlos: desarrollarlos.
Son temas "enxebres" del medio rural; higos, pimientos rojos y verdes, mazorcas de maíz, manzanas, etc.
La tónica de la obra es buena; tiene conexión bien relacionada entre sí.
En una composición muy sencilla, en donde, valiéndose de sus recursos, da vida a una palmatoria, castañas y claudias llenas de color y lirismo. En otra composición una cesta con pan y servilleta blanca llena de dificultades por los blancos, que son distintos , muy limpios y de buena factura.
Diego de Giráldez, es un pintor de realidades naturalistas que palpan, se tocan y viven, que sabe pintar y llamar a cada cosa por su nombre. Al pan, pan y al vino, vino.


Orense
Oira.