viernes, 15 de junio de 2012

BODEGÓN, 1981-DIEGO DE GIRÁLDEZ- EN COLECCIÓN NOVACAIXAGALICIA.

El sentimiento íntimo y religioso que transmiten las naturalezas muertas del Siglo de Oro perviven en esta obra que sabemos contemporánea por lo moderno del material y del diseño de los objetos representados.
El bodegón minucioso y delicado admite la sola presencia de tres piezas cotidianas y vulgares, un duralex y una palmatoria, un azucarero plástico, una taza de duralex y una palmatoria de cerámica, situados en un primer plano dejando tras sí un vasto fondo negro.
El autor se recrea en el detalle de las formas, el estudio de los diferentes materiales y del comportamiento de los mismos ante la luz, la transparencia de la taza de cristal descrita mediante certeros toques en blanco, se ve reforzada por el predominio del negro tenebroso que consigue que el azucarero y la palmatoria se recorten como dos nítidas siluetas sobre el vacio.
La naturaleza silenciosa oculta un compromiso con la infancia  y la memoria del artísta que invoca, a través de la austeridad y sencillez del menaje, su realidad.