domingo, 7 de septiembre de 2008

DIEGO DE GIRÁLDEZ- POR ANTONIO ALMODÓVAR AZORÍN.

El museo del aire tiene en su colección una obra del conocido pintor Diego de Giráldez, de tema aeronáutico.
Ahora bien, el aeroplano que respresentaba no correspondía a ninguno real de la histsoria de la aviación, por tanto, no podía colocarse en ninguna de las diferentes salas o hangares temáticos del Museo dedicado a Pioneros de la Aviación, Guerra de Marruecos. "Grandes Vuelos", Guerra Civil, etc. Sin embargo, incluso antes de conocer catálagos y biografías del autor, vimos sus característica surrealistas. El avión era uno y varios al mismo tiempo, tenía características de avión de finales de los años 30 y también aparentes absurdos, pues poseyendo carlinga no aparecía la forma de cierre trasero de la misma, aparentaba ser biplaza pero sólo tenía un piloto. Recordaba también un avión de la Segunda Guerra Mundial o incluso de los primeros años 50. Es decir, podía ser obra de André Bretón y también quizás tenía características de las pinturas de aviones de Salvador Dalí. Sabido es que este gran pintor catalán en los años dificiles de la guerra mundial residió en Estados Unidos en su época de mayor triunfo, alcanzando sus obras gran cotización. Dalí, impresionado por la capacidad de los grandes hidroaviones transoceánicos llamados "Clippers" y por el poder de los grandes bombarderos de norteamericanos y británicos, realizó unas magníficas pinturas de aviones en las que dejó una interpretación y mensaje descifrados de manera distinta por críticos y admiradores. En una exposición organizada por AENA"Aeropuertos Nacionales en el Museo de Reina Sofia" pudimos admirar y observar detenidamente, dirigentes del Instituto de Historia y Cultura Aeronáuticas y del Museo estas mangíficas pinturas. Quizás influenciadas por ello y dado que el cuadro del avión de Diego de Giráldez no puede figurar en las salas temáticas del Museo del Aire, cuando se montó la nueva zona noble de la Sala de Conferencias, Biblioteca, Sala de Juntas , y Despacho del Director se decidió su ubicación en una antesala forrada de madera del mismo color del marco del cuadro, camino recorrido por las visitas más importantes del Museo, cuando firman el libro de honor del mismo. Quizás se hayan visto sorprendidos por este extraño avión que parece volar y también estar parado, suspendido en un halo de misterio y dirigido hacia un fantasmal y desconocido infinito, que emociona y al mismo tiempo sobrecoge.

ANTONIO ALMODÓVAR AZORÍN
Coronel- Museo del Aire de Madrid.