jueves, 31 de julio de 2008

DIEGO DE GIRÁLDEZ.- POR JUAN ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA.

Si en un principio, al nacer nuestro Museo del Ejército, lo hace con un espíritu eminentemente didáctico y técnico, al poco tiempo, el concepto histórico, y todo lo que él conlleva, viene a suplirlo, sin menospreciar por ello los avances de la ciencia.
Es así como la iconografía reflejada en las distintas ramas de las Bellas Artes, se hace presente en el Museo con dos aspectos primordiales: uno relatar una batalla o identificar al personaje del que se exponen piezas diversas ( condecoraciones, uniformes, armas...), y por otro, el arte, la estética, la calidad de la obra en sí. Existen en el Museo pinturas y esculturas de artistas de renombre, especialmente de los siglos XlX y XX. Entre los últimos, figura la personalidad de Diego de Giráldez, pintor representado en un buen número de Museos Militares (Madrid, Burgos, Barcelona, Toledo...). En particular, para el Museo del Ejército pintó en 1996, la imagen de un " soldado de vigilancia", un busto de espaldas, un soldado del siglo XX, de una época que se supone de paz, soldado anónimo, al que en un momento determinado se pone un nombre particular. El retrato de todos y cada uno de los que han participado en el Golfo, en Bosnia o han estado destinados en un Regimiento cualquiera. Esta obra, producto del trabajo de un buen pintor, delata en su sencillez y pulcritud de factura, no solo la mano de un artista de espíritu elevado, sino también la representación de la defensa por una Patria, el amor por sus tradiciones, y en suma, la búsqueda de la paz y la libertad, que tanto anhelamos y por las que seguimos luchando. De la misma manera animamos al artisrta para que con su pincel y su paleta, contribuya a seguir relatando la Historia de Ejército Español.
JUAN ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA.
General-Director del Museo del Ejército. (Madrid)