viernes, 16 de enero de 2009

EL REALISMO DE DIEGO DE GIRÁLDEZ- EN LA MANCHA.

En la sala del museo Ciudad Real, Diego de Giráldez, se autodenomina realista. Y lo es a juzgar por la obra que nos muestra aquí, pero es un realismo poético. Un realismo, además naturalista, pues el pintor busca sus motivaciones en las criaturas de la naturaleza ya sean vegetales o animales.
Pero el pintor hace escarceos, aportándo en este realismo espléndido y bello, hacia un subrealismo evidente, como figuras flotando en el espacio, copas derramándose sin que nadie las toque, sobre picos de ave, realizados hasta con minuciosidad. La pintura de Diego de Giráldez, aunque completa y conformada de un cromatismo ajuntado a lo que la retina del pintor ve, es oscura. Sus colores son sobrios, sin estridencias, deteniéndose más en el análisis de las cosas, por su composición formal que, por su configuración cromática puesto que la imagen misma se la brinda el pintor.
Consigue el artista gallego especiales matices en los musgos adheridos a lostroncos, en el plumaje de las aves, en el aspecto de las hojas secas o en la viveza de algunas hojitas, saliendo de ramas sin apenas savia, que luchan por vivir, al extremo de la misma.
Hay, al menos se nos antoja, una gran carga poética en la pintura de Diego de Giráldez. El tratamiento de las cosas y de las criaturas así está concebido en la mente del pintor y así se ha logrado en la obra.
Técnicamente el pintor gallego realiza sus obras con una técnica mixta que le dá buenos resultados para los efectos que logra, conducentes aumentar la sensación de realismo en sus obras que se aprecian contemplando sus animales, sus plantas vivas o secas, sus telas cuyos pliegues logra con fuerte realismo y que es donde podemos encuadrar a este pintor tan singular.

A.
LANZA DIARIO DE LA MANCHA