sábado, 7 de marzo de 2009

DIEGO DE GIRÁLDEZ-UN UNIVERSO ÍNTIMO EN PERMANENTE CONFLICTO. POR F. FRANCO

Diego de Giráldez, tiene tras de sí un territorio que su pasión ha recorrido metro a metro, y que tiene a la pintura como sustancia. ¿ Hay algún espacio de su pensamiento, algún tiempo de sus energías, del que no forme parte fundamental esta pasión que tiene como instrumento al pincel? No lo parece al menos a quienes le conocemos porque su universo existencial, el que manifiesta a través de sus palabras y actos, reitera la pintura como principio y fin.
Pontevedrés en los límites con Orense cuya geografía forma parte de sus viviencias y de sus debilidades. En los años de relación activa con la pintura, el número de sus exposiciones es tal que su enumeración parecería un acto de insolencia, hasta el punto de que uno empieza a sospechar que combate contra el tiempo sin la más leve tregua.
El que visita algunas de sus actuales exposiciones entrará en contacto con una obra en la que se abraza una expresión de realismo radical con inesperados retazos surrealistas en el entorno. Si explicar eso claramente es difícil empeño, porque las palabras son erramienta insuficientes para definir al sentimiento, ver cualquiera de sus obras permite la comprensión instantánea.
"Si la realidad tiene unas formas físicas definidas también es cierto que sobre ella se puede proyectar la particular subjetividad de cada persona-afirma Giráldez-. Esto se manifiesta en mi "Cristo Hombre", en " La Vida y sus creencias", en "La Vida y su entorno", ejemplos entre otros de mis trabajos que pueden representar esta concepción personal".

UN INIVERSO EN CONFLICTO.

El universo íntimo de Diego de Giráldez parece estar en permanente conflicto, como en una lucha entre realidad, sensaciones e ideas. De esa dialéctica interior que a veces asoma por la puerta de sus labios, que se le hace dificil expresar en palabras, surgue el movimiento de su mano. "No soporto que la pintura a través de mi mano actue antes que la idea. El acto de pintar, en mi caso, va precedido de una clarificación personal entorno a la idea-basse que quiero plasmar en la obra. Esto me supone siempre una lucha interior que luego traslado a la obra como único modo de expresión porque sería incapaz de hacerlo con palabras".
Dijimos que Orense, formaba parte del catálogo de debilidades de este pintor . Como si hubiera
algún tipo de enamoramiento estético de esta ciudad. "A uno a veces se le mete en el cuerpo una ciudad sin que tenga argumentos para explircarlo. Lo que sé es que me escapo allí muchas veces. No sé si encuentro allí especialmente ese alma de lo galaico o me complazco con esa mezcla entre historia y actualidad que asoma en su recorrido".
Giráldez pertenece a esa legión de artístas que no aceptan más patria que el universo. No obstante Galicia, forma parte sustancial de sus emociones y reconoce que su geografía su climatología, sus gentes influencian claramente su obra. Incluso la vida junto al mar, según él, influyen en la concepción de mi prespectiva, en lavisión de profundidad de lo real"
Es de opinión optimista respecto a la situación del hacer pictórico.
Giráldez tiene entre sus proyectos una gira por toda España, para luego exponer en Francia Y Portugal. Todo ello figura en su agenda de compromisos. Y todo ello impulsado por esa aceleración vital.

FERNANDO FRANCO.
Periodista Faro de >Vigo